En el contexto de la década del avivamiento que avanza con pasos firmes, Asambleas de Dios ha denominado como lema: Avivamiento en la Evangelización como parte del cumplimiento a lo establecido en los pilares del MM33.

Convencidos que la evangelización es la acción de comunicar el mensaje de salvación y que ésta es la única respuesta para un mundo necesitado de conocer a Jesús como Salvador (Hechos 4:12)

Asambleas de Dios tiene como meta evangelizar al 10% de la población Nicaragüense y ganar al 10% de los evangelizados, esto representaría 70.000 nuevos creyentes hijos de Dios que necesitarán crecer de forma integral mediante el discipulado a lo largo de toda la vida. Para ello, se requiere el establecimiento de procesos que integren métodos, estrategias, recursos; con el fin de equipar a cada asambleísta para que se convierta en un evangelista comunicador del mensaje de salvación.

Como ministros del Señor, tenemos la encomienda de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, esto lo podemos lograr mediante el conocimiento y aplicación de ejercicios evangelizadores variados y creativos para presentar el mensaje de salvación tales como: evangelismo en un minuto, las cuatro leyes espirituales, evangelismo creativo y otras formas existentes, las cuales son aplicables en todo momento ya sea en eventos evangelísticos masivos, congregacional o personal; de tal manera que vayamos fortaleciendo la cultura de ser testigos como estilo de vida en correspondencia con lo ordenado por Jesus, quien dijo que la evidencia de ser sus discípulos se manifiesta cuando testificamos en Jerusalén, Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra

Cada pastor, maestro, evangelista, misionero debe preparar a la membresía para que practiquen la evangelización personal orgánica en sus propias esferas de influencia, iniciando por su entorno familiar y oportunidades de evangelismo público como en los parques, eventos deportivos, puestos de evangelización en festivales de la comunidad, fiestas evangelísticas en la cuadra, evangelización puerta a puerta, estudios bíblicos evangelísticos en los hogares y todas aquellas estrategias que lleven a la iglesia a comprender que la evangelización no es un evento, sino un estilo de vida que, debe brotar de forma natural de su corazón como ríos de agua viva.

Confiamos que el Espíritu Santo nos guiará a cumplir con nuestra tarea de proclamar las buenas nuevas, dejando que el accionar del Espíritu convenza al pecador y la sangre de Jesucristo limpie de todo pecado. Es mi oración que este año 2024, se encienda la llama evangelizadora en toda la iglesia nacional y de esta manera podamos cumplir el deseo del Señor Jesús el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad (1 Timoteo 2:4)